Ha costado, y mucho, esta es la cuarta temporada marchando y por fin cae esa barrera. La culpa la tiene la constancia de mi entrenador, que siempre está ahí Felix Gomez, mi familia: mujer, hija, madre... que son las que más me tienen que aguantar y mis compañeros atletas, porque somos una gran familia como demuestra la foto tras cruzar la meta y la alegría que me transmitieron el resto de marchadores.
Era mi competición número 20 en la distancia (la 15 en pista)... y cayó, para siempre, esa barrera.
Nota: Todas las fotos son de Daniel Bassa
Los primeros dos/tres km son de los que estoy contento, junto a Guillem Perez, con fuerza y ganas... luego ya me quedé sin técnica y sufrí un poco más...
Por la mañana, y durante toda la semana ya sabía que saldría la marca, así que iba a por todas. Salir con la determinación de conseguirlo es el primer paso hacia el objetivo.
Como siempre, la calle 5, no favorece el tener un buen control del tiempo, si a eso le sumamos que mi reloj, como no puede ser de otra forma en un cómico... tarda tres segundos en empezar a contar, con lo que nunca sé el ritmo exacto... dificulta saber si lo lograrás o no. Sólo cuando cantaron un paso de Km3 me vi con fuerzas para conseguirlo.
Al final, cruzar la linea de meta, y ver que tras de ti también lo conseguía Jose Perales, logrando su primer sub 25', así que alegría compartida. Esto es lo que vale este deporte, este compañerismo, este alegrarte de lo tuyo y de lo de los demás. Viva el atletismo... y la marcha en especial.
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| foto de Daniel Bassa - celebrando el sub 25 con José Perales |
Supongo que son esas sensaciones que sólo tienes cuando practicas este deporte y te pones retos. Compartir los logros, te da estas alegrías, y siempre mejor celebrarlo en la pista, que luego si te quieren abrazar en las duchas ya es más engorroso jejeje.
De todos modos, no me quedo contento del todo, tendría que haber marchardo mejor, no estoy contento de la técnica, pero hay que tener en cuenta que por la mañana me había pegado muchas horas de curro de pie, así que lo noté a partir del tercer km, las piernas ya no me respondían mucho, pero tenía que aguantar, de ahí que llegara con dos tarjetas subidas, no me gusta, pero bueno, la marca es la marca, y que me quiten lo bailado, otro día ya iremos más pulcros, pero a estas alturas de temporada, llegamos con pinzas.
La guinda la puso el conseguir plaza de finalista, y sumar 1 punto para el global de mi equipo. Quedar finalista en un absoluto es algo que no creo que repita, pero que me deja una alegría inmensa.
Ahora ya toca pasar página, recordar que soy un paquete, pero que me sigue enamorando la marcha, así que a seguir peleando para mejorar, que aún queda mucho por hacer.
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